AL FIN LA ENCONTRÉ



 El aire arreciaba por sobre las hojas de los frondosos árboles.  La ventisca que se había presentado minutos antes, hacía difícil el PODER caminar. Como se podía, se avanzaba, no sin antes volver a escuchar aquellos chillidos difíciles de olvidar.

    Mirando de un lado a otro, los chillidos y los graznidos venían de todas partes.  Sin mayor dilación, se requería buscar pronto un refugio.  El trueno, que de repente explotó en el cielo oscuro, solo aumento el temor. No había luna ni tampoco estrellas.  Cada paso se tornaba muy pesado.

      El sudor recorría el rostro. Respirar se volvía cada vez más difícil. El ataque podía ser inminente. Había un gran miedo de volver la mirada hacia atrás.  La rapidez de los perseguidores, era tal que parecía que corrían al mismo ritmo a ambos lados.  La maleza crujía en el pisar de los cazadores.

      Cuando al fin pensó que había logrado alejarse del peligro. Detuvo su andar, y a pequeños pasos camino en la brecha que dos juncos creaban como un pasadizo.  Un exhalar de alivio salió de sus fosas nasales, y se sentó sobre una piedra. De pronto todo se volvió una calma. Pretendió a travesar el manto de la oscuridad frente a sus ojos, como si algo adelante le estuviera observando detenidamente.


        Unos ojos amarillentos, y unas fauces con grandes y afilados dientes, saltaron de unos arbustos, con las patas hacia delante, mostrando sus terribles garras mientras emitía ese agudo y espeluznante graznido, que nunca se olvida.

EL MISTERIO DE LA LLAVE


   Luego de la rápida rehabilitación de Lex, ella salió del hospital y junto al grupo, se alojó en una edificación de dos plantas a 15 kilómetros fuera de la capital.

Peter:- Bueno, creo que es tiempo de que regresemos a casa ¿No creen?

Tommy:- Si, ya hemos estado mucho tiempo fuera del hogar.

Lex:- Aún no puedo regresar, muchachos.

Ian:- Tranquila, Lex, ya nadie podrá hacerte daño. Los pocos directivos inescrupulosos de Ingen, que deseaban que tú y Tim, no regresaran ya no están en la compañía.

Lex:- No es eso – Vestida con una bata, se aproximo al balcón de la terraza, desde donde se tenía una vista panorámica del valle.

Peter:- ¿Hay algo más que no nos has contado?

Tommy:- Creo que ha llegado el momento de saber cómo murió Tim.

    Como si se tratara de un flashback, Lex, fijo su mirada al horizonte, mientras sus recuerdos de aquella noche, le impidieron escuchar las preguntas de sus amigos.   Tim y ella, hacían la fila en la aduana del aeropuerto nacional de Nicaragua, ansiosos de salir.